Hija de Luna

Tan solo quisiera ser más aire
para fundirte con tu frío,
tan solo quisiera ser más frío
para olvidarte
y decapitarte de mí.

Sentado en este asfaltado patíbulo gris
que es cancerbero de añejas sensaciones y palabras
que no deberían ser;
que es mi orgasmo mezclado con los murmullos de
la neblina

En esta madrugada que tu sombra, musitando,
llama a gritos a esta cada vez
más jorobada gota de mirada
antes de que caigan al suelo
y Noé nos deba hacer otra arca

Le pido a la poetiza de medianoche que aparezca,
que me recite sus odas aulladas
y le regalo lo que queda en mis sentimientos
libados,
por este disco dorado que siempre me señala
desde su trono azul agriceado

Pero entonces las nubes me envuelven en un manto mortuorio
que da vida
revolotean también alrededor de este cielo
negro
que es mi hermano de muda poesía
y le regalo la endecha a estos sentimientos
efímeros
que, en él,
serán eternos.

Tan solo quisiera que la musa de alabastro
aquella
que fue mi cuervo ojiverde
estuviera colgada mirándome desde el cielo;
pero su cabello arropa esa eterna desnudez.

Y su hija se me acerca... me abraza
me regala los ojos y cabellos mas negros
polizontes y curanderos de esta alma
desgastada.

Y su hija se me acerca. Y su boca me sabe
al mejor vino
añejada sensación por años en las barracas
de la mejor madera de mujer
me embriaga... me ama...
me embriaga... me libera...

Y esta portadora de negra luz
va alejando tu sombra
que ya no puede seguir musitando a esta
lágrima
que por fin...ya se borra

Mi cuervo ojiverde

Postrada en mi brazo me miras a los ojos,
con esos ojos verdes que me tallan el alma;
con miedo y sinceridad;
esculpes mi forma con el cincel de tu mirada...
¡Hola!
Y hundes tus garras en mi brazo.
Para verte y saber que existes
arrancame el alma, los latidos y algo de piel;
atórate con elloste sabrán muy bien
Te regalo el muerto corazón que a veces late en mi interior
infectado con importuna decepciónes delicioso alimento de pequeños cuervos...
Anímate,
hunde tu pico en el pecho gris
saborea la dulce sangre
no la dejes caery, sin alejar la mirada
dime que me quieres
para hacerlo latir por tres segundos
al compás de un reloj con batería baja
por que ya tragado
en tu interior, a veces palpitará...
y los ojos verdes te brillarán, con mucha felicidad