Entre la amistad y el amor...

Tal como llegue al mundo, sigue mi camino por el mismo lugar que empezó, después de todo así soy.
No he terminado de quitar piedras por mi camino, no he dejado de no sentir mas abrazos que los mios, lo mas maldito es que no he dejado de quitarme las espinas que una a una me llenan en mi corazón, y no he dejado de contar las personas que se me van por esa esencia en mí que no me deja respirar y probar ese fruto de la vida que todos los demas comen.
No he dejado de vivir... cada día que despierto y respiro, vuelvo a mí mismo, a tratar de brincar el camino que el destino me marca día con día, a tratar de hacer girar el mundo hacia otro lado, a querer cambiar las cosas que siente, y que algun día mi sobria y maldita esperanza que sigue aun conmigo agonizando, logre reir y vivir cuando logre romper esa barrera entre la amistad y el amor.

Solo la luna, fue lo único que alumbró mi camino, que me levantó de mi soledad, aunque cubriendome mas con mi sombra, pudo hacerme ver una sola luz, que prolongó mi camino y me hizo perderme cada vez menos en mí, que me dió una única felicidad, tan pasajera como las estrellas que ve en su camino, y que me pudo contar de el lazo entre su soledad y la mia, pero que como al sol que esperaba, nuestras vidas estaban del otro lado y sin oportunidad de durar mas de una noche.

Sin razón; sin ser... la luna me abandonó, fue solo un intento por aprender lo fiel de la soledad, pero en mí dejo plantadas mas dudas, sobre si me mentía, o me traicionó, por murmullos en mis pensamientos, y la inseguridad de mis pasos, que a diario me han cosechado rechazo y celos.
Jamás algo que empeze mal, podré recuperar una maldita casilla, que me brinque, que ignoré solo por un segundo, y que me ha costado ver mi sangre esparcirse por todos lados a donde voy.

¿Quién soy?

¿Quién soy?

En lo sentimental solo llevo una colección de fracasos, que me hacen solo pensar en no voltear atrás, en un crudo resentimiento en verme siempre caminando solo con una mano extendida, agotado y ya sin la triste y moribunda esperanza que siempre estuvo en mí, para agoviarme y hacer el camino de mi vida una continua carga.

Soy alguien que vive de sueños y de esperanzas, que es lo suficiente para mantenerme en pie, soy como todos, tengo tardes y tengo noches... tengo días de soledad, tengo días de compañí­a, tengo días en que no quiero hablar, tengo dí­as en que solo hablo conmigo mismo, con la vida, con la muerte, con las cosas.

Solo se que soy, alguien que desea cambiar cada dí­a algunas veces por otro mucho mejor y otras por una persona peor, deseo conocer a las personas y que ellas me conozcan, solo quiero comprender el por que de las acciones que algunas veces parecen absurdas, sin sentido, y su efecto detonante en mí, pero que tienen alguna razón mas alla que una simple acción para cada uno de nosotros.

Solo soy una persona inexperta, que entre lo que se le cae por tantos destrozos en si mismo, aprende algo, que no se puede ver con los ojos con que ven todos.

Soy y somos lo que somos por que lo queremos, y nada en este mundo puede cambiar ni saber lo que en realidad seremos.
Amor, duerme un poco mas... espero que no mueras en tus sueños, y llegue el día en que pueda juntar todos los pedazos de mí que esparcimos a lo largo de la orilla del abismo, y que podamos decir que solo por una vez, por esa vez, que haya logrado latir mi corazón y mi alma al mismo tiempo, sea lo suficientemente mágico para poder terminar de vivir aunque sea un solo final feliz.