No he terminado de quitar piedras por mi camino, no he dejado de no sentir mas abrazos que los mios, lo mas maldito es que no he dejado de quitarme las espinas que una a una me llenan en mi corazón, y no he dejado de contar las personas que se me van por esa esencia en mí que no me deja respirar y probar ese fruto de la vida que todos los demas comen.
No he dejado de vivir... cada día que despierto y respiro, vuelvo a mí mismo, a tratar de brincar el camino que el destino me marca día con día, a tratar de hacer girar el mundo hacia otro lado, a querer cambiar las cosas que siente, y que algun día mi sobria y maldita esperanza que sigue aun conmigo agonizando, logre reir y vivir cuando logre romper esa barrera entre la amistad y el amor.